lunes, 30 de noviembre de 2020

BIOGRAFÍAS. EL SIGLO XVIII



FELIPE V (Versalles 1683 – Madrid 1746) Rey de España entre 1700 a enero de 1724, y de septiembre de 1724 hasta 1746. Nieto del rey Luís  XIV de Francia, fue designado sucesor por Carlos II, último monarca de la casa de Austria. La reivindicación del trono por el archiduque Carlos de Habsburgo dio lugar a la Guerra de Sucesión, de la que Felipe salió victorioso. Los tratados de Utrecht (1713) y Rastadt (1714) supusieron la consolidación en España de la dinastía de los Borbones, a costa de las pérdidas de Flandes, el Milanesado, Nápoles, Sicilia, Menorca y Gibraltar. En este reinado fueron abolidos los fueros de la Corona de Aragón y se reformó la administración. En enero de 1724 abdicó en su primogénito Luís, pero tras el fallecimiento de este en agosto, Felipe volvió al trono. A través de los pactos de familia, España tomó parte en una serie de guerras en Italia, de la que no obtuvo fruto alguno.


FERNANDO VI (Madrid 1713 – Villaviciosa de Odón, Madrid 1759). Rey de España entre 1746 hasta 1759. Hijo y sucesor de Felipe V, desarrolló una política de neutralidad en el exterior y de saneamiento de la economía en el interior, con la ayuda de sus ministros Carvajal y el marqués de la Ensenada. La muerte de su mujer, Bárbara de Braganza en 1758 le sumió en una melancolía, que pronto derivó en locura.


CARLOS III (Madrid 1716 – id. 1788). Duque de Parma y Plasencia (1731-1735), rey de Nápoles (1734 – 1759) y rey de España (1759 – 1788). Tercer hijo de Felipe V y de Isabel de Farnesio, heredó la corona a la muerte de su hermanastro Fernando. Es el monarca español que mejor representa el despotismo ilustrado. Contado con la colaboración de grandes ministros (Aranda, Grimaldi, Floridablanca y Campomanes) acometió importantes reformas económicas, sociales y políticas: reducción de los privilegios de la Mesta, planes de colonización, creación de nuevas industrias, libertad de comercio americano, reforma de la enseñanza, y control de la Inquisición. En política internacional se mantuvo fiel a la alianza con Francia (Pactos de Familia) y participó en dos guerras contra el Reino Unido: La Guerra de los Siete Años (1762) y la Guerra de la Independencia de los EE.UU. (1779). En la primera perdió la isla de Martinica y Florida y obtuvo la Luisiana; en la segunda recuperó Florida y la isla de Menorca.


MARQUÉS DE LA ENSENADA, Zenón de Somodevilla y Bengoechea (Alesanco, La Rioja 1702 – Medina del Campo, Valladolid 1781). Político ilustrado, que durante el reinado de Felipe V, reorganizó la marina como comisario del ramo en 1728 y fue ministro de Estado y de la Guerra, y posteriormente, de Finanzas, Marina e Indias. En política interior realizó importantes reformas, y en política internacional fue siempre partidario de la alianza con Francia. Destituido y desterrado a Granada por Fernando VI en 1754, Carlos III lo nombró consejero de Estado en 1760, pero en 1766 fue definitivamente alejado de la vida pública por su supuesta participación en el motín de Esquilache.


CONDE DE FLORIDABLANCA, José Moñino y Redondo (Murcia 1728 – Sevilla 1808) Político ilustrado, fue nombrado en 1766 fiscal del Consejo de Castilla, cargo desde el que intervino activamente en la expulsión de los jesuitas en 1767. Embajador en Roma, consiguió que Clemente XIV disolviese la Compañía de Jesús en 1773. Como primer ministro de Carlos III en 1777, llevó acabo importantes reformas que modernizaron España, reorganizando la administración. Concertó la alianza con Francia que permitió recuperar Florida y Menorca de manos británicas en 1782, pero fracasó ante Gibraltar. Caído en desgracia, fue encarcelado tras la subida al poder del conde de Aranda en 1792. En la guerra de la independencia presidió la Junta Central en 1808.


GASPAR MELCHOR DE JOVELLANOS (Gijón, Asturias 1744 – Vega, Asturias, 1811) Político y escritor. Fue una de las figuras más importantes de la Ilustración española. Realizó en su juventud estudios de leyes, fue oidor de la audiencia de Sevilla (1767), y alcalde de casa y corte de Madrid (1778). Ministro de Gracia y Justicia de Carlos IV en 1797, fue destituido a los pocos meses y encarcelado en 1801 a causa de sus actitudes reformistas. Liberado por Fernando VII en 1808, recibió de José I Bonaparte la oferta de un ministerio, sin embargo, él prefirió unirse a la Junta Central antinapoleónica. En su juventud escribió melodramas de estilo neoclásico, como El delincuente honrado (1773), y poesía, pero sus principales escritos son los ensayos, en los que desde posiciones progresistas defiende la reforma política, social y económica de España. Entre estos destacan su Informe en el expediente de ley agraria (1795), Bases para la formación de un plan general de instrucción pública (1811) y Memoria y defensa de la Junta Central (1811).

domingo, 22 de noviembre de 2020

BARTOLOMÉ DE LAS CASAS




FRAY BARTOLOMÉ DE LAS CASAS (Sevilla 1474 – Madrid 1566) Fraile dominico que fue obispo de Chiapas. Dedicó su vida a denunciar los abusos de la colonización y a luchar por la mejora de la condición de los indios americanos. Su labor, mal comprendida por la mentalidad de la época, se halla glosada en sus obras: Brevísima relación de la destrucción de las Indias (1552) e Historia de las Indias, publicada en 1875.

viernes, 20 de noviembre de 2020

IMPACTO DE AMÉRICA EN ESPAÑA Y EUROPA



A partir del siglo XVI, las Indias fueron una gran fuente de intercambios comerciales: Castilla suministraba trigo, vid, aceite, ganado, vestidos y armas; y de América llegaban oro y plata, pero también productos agrícolas hasta entonces desconocidos, como el maíz, la patata, el cacao, el tabaco y el cacahuete.
El monopolio del comercio americano se otorgó al puerto de Sevilla. Desde él partían o llegaban todos los barcos de la ruta americana. La Corona creó la Casa de Contratación de Sevilla para controlar el tráfico de personas y mercancías, y asegurar la recaudación de los tributos reales.
Los viajes a América se organizaron mediante un sistema de flotas: Los buques navegaban reunidos para darse mutua protección. Realizaban dos expediciones al año (ida y vuelta). Este sistema permitía controlar de manera efectiva el comercio americano y protegerse de los continuos ataques de los piratas ingleses y holandeses.
El oro y la plata fueron las mercancías que dominaron el comercio americano: A lo largo de los siglos XVI y XVII, especialmente entre 1531-1560, las existencia de plata en Europa se triplicaron, y las de oro aumentaron un tercio. La enorme afluencia de metales preciosos provocó una subida espectacular de los precios (400%) en el territorio castellano. Al aumentar el dinero en circulación sin incrementar la producción, dio lugar a un fenómeno conocido como la revolución de los precios.


Gran parte de este tesoro se gastó tan rápido como se había adquirido, y provocó: Un elevado endeudamiento de la Corona para financiar su expansión y después el mantenimiento del Imperio. Los banqueros alemanes y genoveses facilitaron el capital para equipar a la armada y al ejército, y recibieron en pago, por los créditos concedidos elevados intereses (la mayor parte del tesoro americano). Los efectos dinamizadores del oro y la plata en la economía castellana resultaron escasos: La riqueza que no acabó en manos de banqueros extranjeros, y en su mayor parte fue invertida improductivamente en joyas o bienes de lujo importados.

jueves, 19 de noviembre de 2020

LA INQUISICIÓN ESPAÑOLA



+ La Inquisión española Tribunal inquisidor, exclusivo de España y América española, creado por el papa Sixto IV en 1478 a petición de los Reyes Católicos. Dependía de la corona y estaba desvinculado de la decadente Inquisición del resto del mundo cristiano. Los inquisidores eran elegidos por el rey, no por el papa, convirtiéndoles en funcionarios del Estado. El motivo de su establecimiento fue la supuesta amenaza que para la fe representaban los judíos y moriscos convertidos al cristianismo, aunque posteriormente el tribunal se ocupó también de casos de brujería, bigamia, blasfemia, libros prohibidos, etc. Su época de mayor actividad fue el reinado de los Reyes Católicos, en el que se pronunciaron más de las dos terceras partes del total de sentencias de muerte, para decaer paulatinamente hasta su práctica desaparición en tiempos de los últimos borbones del siglo XVIII. El tribunal fue abolido por las Cortes de Cádiz de 1813, restaurado por Fernando VII en 1814 y suprimido definitivamente en 1834.
A su frente se hallaba un Inquisidor general, asesorado por un Consejo Supremo de la Inquisición, del que dependían los tribunales provinciales, dirigidos por sus correspondientes inquisidores y con sus propios asesores teológicos o calificadores, y agentes seglares, llamados familiares. En su época de mayor apogeo llegó a haber nueve tribunales en la Península. La Inquisición fue exportada a América en la segunda mitad del siglo XVI. Podía aplicar a los condenados penas muy variadas, desde cortos encarcelamientos hasta la pena de muerte, aunque en este último caso era la justicia civil la encargada de la ejecución. Las sentencias se hacían públicas en solemnes actos, llamados autos de fe.