ORDEN CRONOLÓGICO PERSONAJES HISTÓRICOS
BIOGRAFÍAS BLOQUE 9
BIOGRAFÍAS BLOQUE 12
EDAD ANTIGUA
VIRIATO. (¿- 139 a. C.) Militar y caudillo lusitano.
Pastor durante su juventud, terminó por convertirse en el jefe de la
sublevación lusitana contra los romanos, entre los años 147 y 139 a. C. Derrotó
varias veces a las legiones romanas en la provincia Citerior, lo que le
permitió instalarse entre el Tajo y el Guadarrama y tomar la ciudad de
Segóbriga. Roma tuvo que enviar varios refuerzos, pero no consiguió el
sometimiento de los lusitanos hasta que Viriato fue asesinado por tres de sus compañeros, que habían sido sobornados por los romanos.
LEOVIGILDO (¿ - Toledo 586) Rey visigodo (573-586). Fue
asociado al trono por su hermano Liuva en 573 y se casó con la mujer del
antecesor de este, Goswintha. Fue el constructor de la primera unidad política
de España. Inició su reinado sometiendo los numerosos núcleos independientes
que existían en la Península. Los ricos propietarios hispanorromanos del valle
del Guadalquivir, temerosos de su creciente poder, incitaron a su hijo
Hermenegelido a sublevarse, quien se alzó contra su padre como defensor del
catolicismo, pero fue vencido en Sevilla y Córdoba (584) y posteriormente
ajusticiado. Leovigildo conquistó el reino suevo de Galicia, rechazó una
invasión de los francos, adopto la pompa de la realeza de los emperadores de
Oriente, acuñó moneda por vez primera en el reino visigodo y promulgó un código
de leyes. Una vez unificado políticamente el reino, intentó su unidad
ideológica y racial, derogando la antigua ley que prohibía los matrimonios
entre romanos y godos y convocando un concilio en Toledo, que facilitó la conversión
de los católicos hispanorromanos al arrianismo. Ésta fue la única de sus
iniciativas en las que fracasó, debido a la resistencia del clero católico.
RECAREDO (¿- Toledo 601). Rey visigodo (586-601). Sucedió
a su padre Leovigildo. Reunió el III Concilio de Toledo (589), en el que se
adoptó oficialmente el catolicismo como
religión del reino y se abandonó el credo arriano, con lo que completó
la labor unificadora de su padre. Hubo de hacer frente a tres conjuras
arrianas: la del obispo de Mérida, la del obispo de Narbona y la de la viuda de
Leovigildo. En su reinado se consolidó el primer Estado penínsular español.
+ SAN ISIDORO DE SEVILLA (¿h. 560 – Sevilla 636). Escritor y
doctor de la Iglesia. Fue obispo de Sevilla, sede en la que sucedió a su hermano
San Leandro en torno al año 600. Gran conocedor de la cultura clásica, intento
impulsar el desarrollo cultura tanto de la Iglesia hispana como del propio
reino visigodo. Su principal obra, las Etimologías,
es una enciclopedia en la que recopiló el saber de la Antigüedad clásica y que
ejerció gran influencia en la ciencia y filosofía medievales. Participó
activamente en la vida política de su época, presidió el segundo Concilio de
Sevilla (619) y el cuarto de Toledo (633) y apoyó decididamente al Estado hispanovisigodo
creado por Leovigildo. Otras obras suyas importantes son Varones ilustres, Crónica, Historia de los godos, vándalos y
suevos y La naturaleza de las cosas.
EDAD MEDIA
AL-ANDALUS
ABDERRAMÁN
o ABD AL-RAHMAN I
(Damasco 731 – Córdoba 788). Emir de Córdoba y miembro de la familia Omeya. Se
libró de la matanza de los suyos tramada por los abasíes. Huyó al norte de
África y luego a la Península Ibérica, donde se autoproclamó emir en 756 y
estableció su capital en Córdoba. Organizó un poderoso ejército que hizo frente
a las revueltas internas y a los reinos cristianos, aunque no pudo impedir el
fortalecimiento de éstos. Desarrolló una valiosa actividad constructiva en la
que destacó la mezquita de Córdoba.
ABDERRAMÁN
o ABD AL-RAHMAN III (Córdoba 891 – 961). Primer califa de Córdoba. Acabó
con la anarquía interna y, rompió los últimos lazos con el Califato Abasí de
Bagdad al autoproclamarse califa en 929. Obligó a los reinos cristianos a
pagarle tributo (“parias”) y extendió su poder al Norte de África. En su época Córdoba se convirtió en la ciudad más importante del Occidente europeo.
Al-Andalus vivió una etapa de estabilidad política y territorial, así como
inició un periodo de esplendor cultural y artístico.
ALMANZOR (Torrox, Málaga
940 – Medinaceli 1002). Jefe militar y político hispanomusulmán. Colaboró con Alhakem
II y fue nombrado primer ministro de Hixem II en 976. Hizo construir el palacio
de Medina Azahara en las afueras de Córdoba, gobernando como un auténtico
soberano de al-Andalus. En política interior redujo los privilegios de la
nobleza, reorganizó el ejército y fomentó el comercio. Organizó expediciones
(“razias”) contra los reinos cristianos y entró victorioso en Barcelona (985),
León (988) y Santiago de Compostela (997). Según los cronistas cristianos fue
herido de muerte en la batalla de Calatañazor, cuando volvía de guerrear en La
Rioja. A su muerte comenzó la crisis del Califato y su posterior fragmentación.
REINOS CRISTIANOS
FERNÁN GONZÁLEZ (¿ - Burgos 970) Conde de Castilla (h. 930 –
970). Conde de Lara en el año 929, impuso su hegemonía sobre el conjunto de
condados castellanos. Aprovechó con habilidad las luchas dinásticas desatadas
en el reino de León a la muerte de Ramiro II (951) para ampliar sus dominios y
obtener la independencia del condado de Castilla respecto al reino leonés, que
se haría efectiva en sus sucesores.
RAMIRO II(¿h. 930 – cerca de Talavera 951) Rey de León (931-951). Fue hijo de Ordoño II, después de gobernar el territorio portugués, la renuncia de su hermano Alfonso IV de León le colocó en el trono leonés. Una vez reforzada su autoridad, comenzó a luchar contra los musulmanes, tomó el castillo de Madrid y los derrotó en Osma. Obtuvo la sumisión del señor musulmán de Zaragoza y concertó una alianza con Navarra y con Fernán González, conde de Castilla, gracias a la cual alcanzó la victoria en la batalla de Simancas (939) sobre Abderramán III, que le permitió repoblar el valle del Tormes.
SANCHO III el Mayor (¿h. 992-¿1035). Rey de Pamplona y conde de
Aragón (1000-1035), conde de Sobrarbe-Ribagorza (h. 1018-35) y conde de
Castilla (1029-35). Hijo y sucesor de García III Sánchez, bajo su reinado el
reino de Pamplona alcanzó su máxima extensión, llegando a dominar las dos
vertientes del Pirineo. Dividió sus reinos entre su hijos, dejando Pamplona a
García, su primogénito, Castilla a Fernando, Sobrarbe y Ribagorza a Gonzalo y
Aragón a Ramiro, su hijo bastardo.
ALFONSO VI el Bravo (1049?- 1109, Toledo). Rey de León
(1065-1109) y de Castilla (1072-1109). Heredó el reino de León de su padre
Fernando I, y tras la muerte violenta de su hermano Sancho, el reino de
Castilla. Para prestarle vasallaje, Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid, le exigió en
Santa Gadea (Burgos) el juramento solemne de no haber tenido parte en el
asesinato de su hermano. Las conquistas del Cid contribuyeron a extender las
fronteras del reino. Alfonso VI exigió a los reyes taifas musulmanes el pago
anual de parias, tributos a cambio de respeto a sus fronteras. Conquistó Toledo
en 1085, siendo derrotado por los almorávides en las batallas de Sagrajas
(1086) y Uclés (1108).
EL CID CAMPEADOR, Rodrigo
Díaz de Vivar (Vivar, Burgos 1043 – Valencia 1099). Caballero castellano.
Creció al servicio de Sancho II de Castilla, siendo nombrado alférez. Tras la muerte del rey en el sitio de Zamora,
hizo prestar juramento a Alfonso VI en Santa Gadea de Burgos de que no había participado
en la muerte de su hermano. Las relaciones del Cid con el nuevo monarca no se
rompieron de inmediato ni por esta razón, sino por el reparto de unos tributos
obtenidos de los musulmanes en 1079. Desterrado de Castilla, entró al servicio
del rey de Zaragoza, al-Mutamin. Sin embargo, no guerreó nunca contra Alfonso
VI, al que consideró siempre su señor y con el que se reconcilió en varias
ocasiones. En una de ellas, tras la batalla de Zalaca, el rey le concedió todos
los territorios que pudiera conquistar en el Levante, lo que le llevó a
apoderarse en 1094 de la ciudad de Valencia, donde se mantuvo hasta su muerte.
Su personalidad y sus hazañas fueron cantadas en numerosos romances y poemas,
siendo el más importante, el Cantar del
Mío Cid.
ALFONSO I el Batallador (¿h. 1073- 1134 Poleñino, Huesca). Rey de
Aragón y Navarra (1104-1134). Se casó con doña Urraca, heredera del reino de
Castilla y León, realizando así la unión temporal de sus respectivos reinos.
Cuando Urraca legó el reino de Castilla y León a su hijo Alfonso VII, fruto de
su anterior matrimonio con el conde Raimundo de Borgoña, el Batallador se
retiró a su propio reino, para dedicarse enteramente a la tarea de la
Reconquista e incorporó a su Corona la mayor parte del valle del Ebro. En 1118
conquistó Zaragoza y fijó allí su Corte. Al morir sin herederos, se separaron
los reinos de Aragón y Navarra.
RAMÓN BERENGUER IV (¿h. 1114 – Borgo San Dalmazzo, Piamonte 1162)
Conde de Barcelona (1131-1162). Hijo de Ramón Berenguer III, casó con Petronila
de Aragón, hija y heredera de Ramiro II el Monje. Desde 1137 ejerció el
gobierno efectivo de Aragón, aunque el matrimonio no se celebró hasta 1150. Por
el tratado de Carrión obtuvo la retirada de las tropas castellanas de la zona
de Zaragoza (1140) a cambio de reconocerse vasallo del rey Alfonso VII de
Castilla. A partir de 1144 se hizo cargo personalmente de los asuntos de
Provenza en nombre de su sobrino Berenguer III de Provenza.
JAIME I el Conquistador (Montpellier 1208 – Valencia 1276). Conde de Barcelona y rey de Aragón (1213 –
1276), rey de Mallorca (1229-1276) y de Valencia (1239 – 1276). Hijo y sucesor
de Pedro II, durante su minoría de edad el reino se vio sumido en luchas
nobiliarias. Tras asumir el gobierno en 1218, comenzó una política de expansión
territorial con el apoyo de la burguesía comerciante de Barcelona, conquistando
Mallorca en 1229, Menorca se declaró tributaria en 1231 e Ibiza quedó
incorporada a la Corona en 1235. Posteriormente, acometió la conquista de
Valencia, terminada en 1245. Un año antes había establecido por el tratado de
Almizra un acuerdo con Castilla sobre las zonas de influencia de ambos reinos.
En 1258 firmó con Francia el tratado de Corbeil, por el que renunció a su
política expansiva en el Languedoc, lo que orientó el reino de Aragón a las
conquistas mediterráneas. En 1266, a petición de su yerno Alfonso X el Sabio,
conquistó Murcia y luego la entregó a Castilla. Impulsó las actividades
comerciales y dotó a sus reinos de instituciones políticas y administrativas.
Al final de su reinado estallaron nuevamente luchas nobiliarias a causa de su
deseo de repartir el reino entre sus hijos.
FERNANDO III el Santo (Valparaíso, Zamora 1201 – Sevilla 1252)
Rey de Castilla (1217 – 1252) y de León (1230 – 1252). Hijo de Alfonso IX de
León y de Berenguela, hija de Alfonso VIII de Castilla, recibió la herencia de
Castilla a la muerte de Enrique I (1217). Su reinado estuvo consagrado a la
tarea reconquistadora, aprovechando la desunión de los almohades. Reunió los
reinos de Castilla y León al ocupar el trono de este último en 1230, a la
muerte de su padre. Conquistó a los musulmanes Úbeda (1233), Córdoba (1236),
Jaén (1246) y culminó su reinado con la toma de Sevilla en 1248. Fue canonizado
en 1671.
ALFONSO X el Sabio (Toledo 1221 – Sevilla 1284). Rey de Castilla
y León. Hijo de Fernando III el Santo y
Beatriz de Saubia, fracasó en sus pretensiones a la corona del Sacro Imperio Romano
Germánico y hubo de hacer frente a la rebelión de su hijo Sancho. Desarrolló,
sin embargo, una extraordinaria labor como protector de las ciencias y de las
artes, fomentando, sobre todo, la Escuela de Traductores de Toledo, creada por
su padre, donde se tradujeron al romance muchas obras árabes y se recogió gran
cantidad de material para libros, cuya redacción él dirigió personalmente.
Escribió las Cantigas de Santa María,
colección de 420 composiciones escritas en gallego que narran milagros y favores
de la Virgen. Entre las obras históricas compiladas bajo su dirección se
encuentran: la Crónica general y la General e grand estoria, Las Siete Partidas,
código de leyes inspirado en el derecho romano, Libros de saber de Astronomía y el célebre Lapidario, tratado sobre las piedras preciosas. Se le considera uno
de los impulsores de la prosa en lengua castellana.
PEDRO I el Cruel (Burgos 1334 – Montiel, Ciudad Real 1369) Rey de
Castilla y León (1350-1369). Heredó el trono de su padre Alfonso XI de
Castilla. Durante los primeros años de su reinado la política castellana estuvo
dirigida por el valido Juan Alonso de Alburquerque, que favoreció la alianza
con Francia en la guerra de los Cien
Años y concertó el matrimonio del rey con la infanta francesa Blanca de Borbón.
En 1353 don Pedro se liberó de su tutela, abandonó a la reina por su favorita
María de Padilla y decidió intervenir en las luchas de linajes que desgarraban
el reino. Frente a él se levantó el bando nobiliario dirigido por sus hermanos
bastardos, los Trastámara, lo que originó una guerra civil en Castilla en la
que intervinieron: Inglaterra a favor de Don Pedro, y Francia, en apoyo del
pretendiente Enrique de Tratámara. En la batalla de Montiel el rey fue atraído
con engaño a la tienda del condestable francés Bertrand Duguesclin, donde fue
asesinado.
ENRIQUE II el de las Mercedes (Sevilla 1333 – Santo
Domingo de la Calzada, La Rioja 1379). Rey de Castilla y León (1369 – 1379).
Hijo bastardo del rey Alfonso XI de Castilla y de Leonor de Guzmán, hermanastro
de Pedro I y primogénito de los Trastámara, desató la guerra civil castellana
apoyado por un sector de la nobleza y con el auxilio de Francia. Su victoria de
1369 significó el triunfo de la nobleza terrateniente frente a la burguesía
comerciante y limitó la autoridad real en beneficio de los grandes linajes
castellanos.
ALVARO DE LUNA (Cañete, Cuenca h. 1390 – Valladolid 1453)
Condestable de Castilla. Fue valido de Juan II y quien dirigió el gobierno de
Castilla durante todo su reinado. Sufrió la hostilidad permanente de los
infantes de Aragón, que provocaron su destierro desde 1427 hasta 1430. Combatió
a los musulmanes, a los que venció en la batalla de la Higueruela (1431). Fue
desterrado nuevamente a Escalona en 1439, pero derrotó a los nobles hostiles en
Olmedo (1445) y recuperó el gobierno de Castilla. Acumuló grandes beneficios,
lo que acentuó el odio de sus enemigos que finalmente, lograron del rey la
firma de su pena de muerte. Fue degollado públicamente en Valladolid.
EDAD MODERNA
ISABEL I la Católica (Madrigal de las Altas Torres, Ávila 1451 –
Medina del Campo, Valladolid 1504). Reina de Castilla y León (1474-1504) y
reina consorte de Aragón por su matrimonio con Fernando II. Durante el reinado
de su hermanastro Enrique IV fue la candidata al trono con el apoyo de una
parte de la alta nobleza castellana, que obligó al monarca a reconocerla
sucesora en el pacto de Toros de Guisando en 1468. Sus partidarios, de acuerdo
con el rey Juan II de Aragón, concertaron su matrimonio con el príncipe
aragonés Fernando en 1469. A la muerte de Enrique IV en 1474, estalló la guerra
de sucesión entre sus partidarios y los nobles que defendían a la heredera
legítima Juana la Beltraneja. La guerra concluyó con el triunfo de Isabel en la
batalla de Toro en 1476. El reinado de Isabel y Fernando, conocidos como los
Reyes Católicos, se caracterizó por el reforzamiento del poder real frente a la
nobleza, la organización de la Santa Hermandad, el control de las Órdenes
Militares y el establecimiento de la Inquisición. En 1492 fueron expulsados los
judíos, se dio fin a la reconquista con la ocupación de Granada y se financió
el viaje que permitió a Cristóbal Colón descubrir América. A su muerte quedaron
sentadas las bases de la unidad política española.
FERNANDO II el Católico (Sos, Zaragoza 1452 – Madrigalejo,
Cáceres 1516). Rey de Sicilia desde 1468, de Castilla desde 1474 hasta 1504, de
Aragón desde 1479 y de Nápoles desde 1504. Contrajo matrimonio con Isabel la
Católica en 1469, hermana del rey Enrique IV de Castilla. En 1474 murió el rey
castellano y en la guerra civil que siguió, Isabel consiguió el trono. En 1479,
Fernando sucedió a su padre Juan II en Aragón y alcanzó un principio de unidad
entre ambas monarquías. Con la conquista de Granada en 1492 se puso fin a la
ocupación musulmana. Colaboró con Isabel en la reorganización administrativa de
los reinos, la creación de la Santa Hermandad y la expedición de Cristóbal
Colón. Protegió a la Inquisición, y con Isabel, decretó la expulsión de los
judíos. Intervino en Italia, donde Gonzalo Fernández de Córdoba conquistó
Nápoles en 1504. En este mismo año murió Isabel la Católica y el trono de
Castilla fuer heredado por Felipe el Hermoso, casado con Juana La Loca, hija de
Isabel, pero, a la muerte de este, Fernando gobernó de nuevo Castilla. Fue un
hombre dotado de espíritu renacentista, que llevó a cabo una fructífera
política exterior.
JUANA DE CASTILLA, la Beltraneja (Madrid 1462 – Lisboa 1530).
Infanta y heredera al trono de Castilla. Era hija de Enrique IV y Juana de
Portugal, pero un sector de la nobleza quiso desacreditarla, extendiendo el
rumor de que era en realidad hija del valido, Beltrán de la Cueva, y otorgó su
apoyo para la sucesión al infante Alfonso y posteriormente a Isabel la
Católica. En la guerra civil que siguió a la muerte de Enrique IV, los
partidarios de Juana, apoyada por su tío el rey de Portugal, fueron vencidos en
la batalla de Toro en 1476. Isabel se convirtió en reina de Castilla y Juana
ingresó en el convento de Santa Clara, en Coimbra.
FRANCISCO JIMÉNEZ DE CISNEROS (Torrelaguna, Madrid 1436 –
Roa, Burgos 1517) Clérigo franciscano y estadista. Confesor de Isabel la
Católica, fue nombrado por la reina arzobispo de Toledo en 1495 y elevado a
cardenal por el papa Julio II. Fue regente de Castilla de 1506 a 1510, por
ausencia de Fernando el Católico, y de 1516 a 1517, tras la muerte del rey
hasta la llegada de Carlos I. En el primer período impulsó la conquista de
algunas plazas en el norte de África. En el segundo, hubo de hacer frente a
levantamientos en algunas ciudades, resolver conflictos entre la nobleza y
derrotar a los franco-navarros, que querían establecer en el trono de Navarra a
Juan de Albret. Fundó la Universidad de Alcalá de Henares y promovió la edición
de la Biblia políglota complutense.
GONZALO FERNÁNDEZ DE CÓRDOBA, el Gran Capitán (Montilla,
Córdoba 1453 – Granada 1515). Militar y noble castellano, al servicio de Isabel
la Católica, participó en la guerra de Granada. Gran estratega, fue el verdadero
protagonista de las guerras de Italia contra Carlos VIII de Francia y su
sucesor Luís XII, al que venció conquistando el reino de Nápoles. Gobernó estos
territorios en nombre de Fernando el Católico, rey de Sicilia. Destituido y
obligado a volver a Castilla (1507), se retiró a Loja y vivió alejado de la
Corte. Fue el creador de los tercios españoles.
CRISTÓBIAL COLÓN (Génova
1451 – Valladolid 1506) Navegante genovés al servicio de los Reyes Católicos.
Concibió el proyecto de viajar por mar a las Indias siguiendo la ruta de este a
oeste, y buscó patrocinador para su viaje. Tras un intento fallido en Portugal,
se trasladó a Castilla, donde los Reyes Católicos accedieron a financiar su
plan según las condiciones acordadas en las Capitulaciones de Santa Fe. Partió
del puerto de Palos el 3 de agosto de 1492 al mando de las carabelas Pinta,
Niña y la nao Santa María y alcanzó la isla de Guanahaní, a la que llamó San
Salvador, el 12 de Octubre. Más tarde descubrió Cuba y Haití, bautizadas como
Juana y La Española. Exploradas en su segundo viaje (1493-96), en el que llegó
hasta la isla de Jamaica. En el tercero (1498-1500) arribó a la isla de
Trinidad y luego viajó a la Española, que estaba sumida en una situación de
desgobierno a causa de la rebelión de Francisco Roldán. El comendador Francisco
de Bobadilla, enviado por los Reyes Católicos, tomo partido en contra de Colón
y su hermano Bartolomé, enviándolos a presos a España. Una vez rehabilitado
emprendió su cuarto y último viaje (1502-04), en el que recorrió la costa de
América Central. Ya retornado a España, murió mientras intentaba conseguir que
la corona le concediera los privilegios de almirante y gobernador de las
tierras conquistadas.
FRANCISCO DE MAGALLANES (Ponte de Barca, Miño 1480 – Mactán,
Filipinas 1521) Navegante portugués al servicio de la Corona de Castilla.
Dirigió la expedición armada por Carlos V que debía llegar a la isla de las
especias por la ruta occidental y que partió de Sevilla en 1519 con cinco
naves, de las cuales solo una terminé el viaje. Invernó en la Patagonia y,
después de sofocar una revuelta de sus oficiales, descubrió y atravesó el
estrecho que lleva su nombre. En 1521 recorrió Oceanía, hizo escala en las
islas Marianas y arribó a Filipinas, donde murió en un ataque de los indígenas.
Concluyó la vuelta al mundo su piloto Juan Sebastián Elcano.
JUAN SEBASTIÁN ELCANO (Guetaria, Guipúzcoa h. 1476 – océano
Pacífico 1526). Navegante, que participó en la expedición de Magallanes, que
dio la vuelta al mundo entre 1519 y 1522. Al morir el marino portugués en 1520,
y tras numerosos conflictos entre los expedicionarios, tomó el mando en 1521 y,
a bordo de la nao Victoria, llegó a Sanlúcar de Barrameda el 6 de septiembre de
1522. Alcanzó gran renombre por su hazaña. Murió en la expedición que preparó a
las Molucas para asegurar la ruta de las especias.
HERNÁN CORTÉS (Medellín, Badajoz 1485 – Castilleja de la Cuesta,
Sevilla 1547). Explorador y conquistador extremeño. Intervino en 1511 en la
conquista de Cuba, junto con Diego Velázquez, quién le envió en 1519 a explorar
parte de las costas del golfo de México, donde fundó la ciudad de Veracruz.
Contra la voluntad de Velázquez, emprendió una exploración tierra adentro y
llegó a la ciudad de Tenochtitlan en 1519. Al tiempo mantenía relaciones con
los aztecas y su emperador Moctezuma, avivaba contra ellos la sublevación de
otros pueblos, como los tlaxcaltecas. El 1 de julio de 1520 los españoles
fueron expulsados de Tenocthtitlan (“La Noche triste”). Cortés sitió entonces
la ciudad, que cayó en su poder en 1521. Nombrado capitán general del reino de
Nueva España, se mantuvo en el cargo hasta 1528, en el que fue destituido por
el Consejo de Indias. En compensación se le nombró marqués del Valle de Oaxaca,
donde residió entre 1530 y 1540, época en la que realizó diversas expediciones
por el sur de California. De vuelta en España, participó en la expedición
contra Argel en 1541.
MOCTEZUMA (¿1466-¿1520) Emperador azteca entre 1502 y 1520. Hijo
de Axayácati, era sumo sacerdote cuando sucedió en el trono a su tío Ahuítzotl.
Quiso extender la hegemonía azteca y alzarse con la de la confederación, que se
desintegró, tras varias intrigas, en 1516. El imperio carecía de solidez
interna, ya que estaba compuesto por pueblos sometidos militarmente a los
aztecas, lo que facilitó la conquista española. Intentó pactar con Hernán
Cortés, creyéndole enviado del dios Quetzalcóatl, pero Cortés le hizo
prisionero. Existen dos versiones de su muerte: una la atribuye a las heridas
recibidas de sus propios súbditos, que se sintieron traicionados, y otra supone
que fue muerto por los españoles en el desastre de la Noche Triste.
FRANCISCO PIZARRO (Trujillo, Cáceres 1476 – Lima 1541)
Conquistador español. En 1502 marchó a las Indias y hacia 1522 logró ser
nombrado alcalde de Panamá. Junto con Diego de Almagro y Hernando de Luque,
exploró el territorio. Inició entonces una serie de expediciones al norte del
Perú. Aprovechando que los incas estaban envueltos en guerras civiles se lanzó
a la conquista de Perú junto con Almagro y 180 hombres. Consiguió encarcelar a
Atahualpa, uno de los soberanos incas, que desde su prisión mandó matar a su
enemigo Huáscar, lo que permitió que Pizarro no tuviera grandes dificultades en
continuar la conquista. Después de ejecutar a Atahualpa en 1533, surgieron
discrepancias entre Pizarro y Almagro sobre la posesión de Cuzco. Pizarro envió
a Almagro a Chile y continuó la conquista por Ecuador. Sin embargo, los abusos
de los hermanos Pizarro provocaron una revuelta entre los indígenas que Almagro
aprovechó para apoderarse de Cuzco. Pizarro la reclamó y estalló entonces la
guerra entre ambos, que acabó con la derrota y ejecución de Almagro en 1538. No
cesaron las luchas y, finalmente, Pizarro fue asesinado en Lima por los
partidarios de Almagro.
ATAHUALPA (Cuzco, comienzos del siglo XVI – Cajamarca 1533). Inca
peruano (1525-33). Hijo del emperador Huayna Cápac, tras una guerra contra su
hermano Huáscar, dominio el imperio en 1532, y desposeyó a la nobleza, que
había apoyado a su rival. Buscó la alianza contra Fco. Pizarro, que había
desembarcado en 1532, pero el conquistador español lo prendió a traición. Atahualpa pagó un fabuloso rescate, a pesar
de los cual Pizarro ordenó su ejecución, acusándole de conspiración,
fratricidio e idolatría.
FRAY BARTOLOMÉ DE LAS CASAS (Sevilla 1474 – Madrid 1566) Fraile
dominico que fue obispo de Chiapas. Dedicó su vida a denunciar los abusos de la
colonización y a luchar por la mejora de la condición de los indios americanos.
Su labor, mal comprendida por la mentalidad de la época, se halla glosada en
sus obras: Brevísima relación de la
destrucción de las Indias (1552) e Historia
de las Indias, publicada en 1875.
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