FELIPE V (Versalles 1683 – Madrid 1746) Rey de España entre 1700 a
enero de 1724, y de septiembre de 1724 hasta 1746. Nieto del rey Luís
XIV de Francia, fue designado sucesor por
Carlos II, último monarca de la casa de Austria. La reivindicación del trono
por el archiduque Carlos de Habsburgo dio lugar a la Guerra de Sucesión, de la
que Felipe salió victorioso. Los tratados de Utrecht (1713) y Rastadt (1714)
supusieron la consolidación en España de la dinastía de los Borbones, a costa
de las pérdidas de Flandes, el Milanesado, Nápoles, Sicilia, Menorca y
Gibraltar. En este reinado fueron abolidos los fueros de la Corona de Aragón y
se reformó la administración. En enero de 1724 abdicó en su primogénito Luís,
pero tras el fallecimiento de este en agosto, Felipe volvió al trono. A través
de los pactos de familia, España tomó parte en una serie de guerras en Italia,
de la que no obtuvo fruto alguno.
FERNANDO VI (Madrid 1713 – Villaviciosa de Odón, Madrid 1759). Rey
de España entre 1746 hasta 1759. Hijo y sucesor de Felipe V, desarrolló una
política de neutralidad en el exterior y de saneamiento de la economía en el
interior, con la ayuda de sus ministros Carvajal y el marqués de la Ensenada.
La muerte de su mujer, Bárbara de Braganza en 1758 le sumió en una melancolía,
que pronto derivó en locura.
CARLOS III (Madrid 1716 – id. 1788). Duque de Parma y Plasencia
(1731-1735), rey de Nápoles (1734 – 1759) y rey de España (1759 – 1788). Tercer
hijo de Felipe V y de Isabel de Farnesio, heredó la corona a la muerte de su
hermanastro Fernando. Es el monarca español que mejor representa el despotismo
ilustrado. Contado con la colaboración de grandes ministros (Aranda, Grimaldi,
Floridablanca y Campomanes) acometió importantes reformas económicas, sociales
y políticas: reducción de los privilegios de la Mesta, planes de colonización,
creación de nuevas industrias, libertad de comercio americano, reforma de la
enseñanza, y control de la Inquisición. En política internacional se mantuvo
fiel a la alianza con Francia (Pactos de Familia) y participó en dos guerras
contra el Reino Unido: La Guerra de los Siete Años (1762) y la Guerra de la
Independencia de los EE.UU. (1779). En la primera perdió la isla de Martinica y
Florida y obtuvo la Luisiana; en la segunda recuperó Florida y la isla de
Menorca.
MARQUÉS DE LA ENSENADA, Zenón de Somodevilla y Bengoechea
(Alesanco, La Rioja 1702 – Medina del Campo, Valladolid 1781). Político
ilustrado, que durante el reinado de Felipe V, reorganizó la marina como
comisario del ramo en 1728 y fue ministro de Estado y de la Guerra, y
posteriormente, de Finanzas, Marina e Indias. En política interior realizó
importantes reformas, y en política internacional fue siempre partidario de la
alianza con Francia. Destituido y desterrado a Granada por Fernando VI en 1754,
Carlos III lo nombró consejero de Estado en 1760, pero en 1766 fue
definitivamente alejado de la vida pública por su supuesta participación en el
motín de Esquilache.
CONDE DE FLORIDABLANCA, José Moñino y Redondo (Murcia 1728 –
Sevilla 1808) Político ilustrado, fue nombrado en 1766 fiscal del Consejo de
Castilla, cargo desde el que intervino activamente en la expulsión de los
jesuitas en 1767. Embajador en Roma, consiguió que Clemente XIV disolviese la
Compañía de Jesús en 1773. Como primer ministro de Carlos III en 1777, llevó
acabo importantes reformas que modernizaron España, reorganizando la
administración. Concertó la alianza con Francia que permitió recuperar Florida
y Menorca de manos británicas en 1782, pero fracasó ante Gibraltar. Caído en
desgracia, fue encarcelado tras la subida al poder del conde de Aranda en 1792.
En la guerra de la independencia presidió la Junta Central en 1808.
GASPAR MELCHOR DE JOVELLANOS (Gijón, Asturias 1744 – Vega,
Asturias, 1811) Político y escritor. Fue una de las figuras más importantes de
la Ilustración española. Realizó en su juventud estudios de leyes, fue oidor de
la audiencia de Sevilla (1767), y alcalde de casa y corte de Madrid (1778).
Ministro de Gracia y Justicia de Carlos IV en 1797, fue destituido a los pocos
meses y encarcelado en 1801 a causa de sus actitudes reformistas. Liberado por
Fernando VII en 1808, recibió de José I Bonaparte la oferta de un ministerio,
sin embargo, él prefirió unirse a la Junta Central antinapoleónica. En su
juventud escribió melodramas de estilo neoclásico, como El delincuente honrado (1773), y poesía, pero sus principales
escritos son los ensayos, en los que desde posiciones progresistas defiende la
reforma política, social y económica de España. Entre estos destacan su Informe en el expediente de ley agraria
(1795), Bases para la formación de un
plan general de instrucción pública (1811) y Memoria y defensa de la Junta Central (1811).