Se
desarrolló entre el III y II Milenio a. C. y está divida en tres etapas según
el material utilizado en la elaboración de los instrumentos: Edad de Cobre, de
Bronce y de Hierro.
La Edad
de Cobre o Calcolítico
se asocian a dos culturas en la
Península: La Cultura de los Millares en la zona
murciana y almeriense entre el 2.500 hasta el 1.800 a. C; y la Cultura del vaso campaniforme, que
se desarrolló entre 2.200 y 1.700
a. C. y se extendió por toda Europa. Se han encontrado
restos en la desembocadura del río Tajo, en Portugal,
Cataluña,
Madrid
(Ciempozuelos)
y el Guadalquivir.
Las características de esta etapa son: Se inicia con la introducción de un nuevo avance tecnológico: la metalurgia del cobre. En los yacimientos continúan apareciendo útiles de piedra y hueso, pero acompañados de hachas, punzones, puñales y cuchillos de cobre. Se vio reforzada el papel de la agricultura en la alimentación debido al uso de sistemas de riego, el abono de los campos y la introducción del arado. Se extendió la sedentarización y se empezaron a construir poblados amurallados, por ejemplo Los Millares en Almería iniciado hacia 2.400 a. C. Aparece un nuevo tipo de cerámica en forma de campana invertida que recibe el nombre de vaso campaniforme.
Aparición del megalistismo. Se trata de tumbas colectivas elaboradas con grandes piedras. Los monumentos más importantes los podemos encontrar en Extremadura y Andalucía: Menga, Los Millares, Viera, El Romeral y La Pastora (monumentos).
La Edad de Bronce. El bronce es una aleación de cobre y estaño que permite elaborar materiales más resistentes. Se inicia hacia el 1.700 a. C, y se localiza en el sudeste peninsular, Murcia y Almería, en la llamada Cultura de El Algar. Se extiende también por Alicante, Granda, Jaén y Albacete. Sus características son las siguientes: Los poblados presentan una estructura protourbana (trazado con estrechas calles, casa rectangulares…). Presenta una clara jerarquización social, con posibles jefes de la comunidad, encontrándose tumbas con ajuares con armas (sociedad guerrera) y objetos de prestigio.
También
se desarrolló en esta misma época la Cultura tayolítica en las islas
Baleares, que se caracteriza por la construcción de murallas ciclópeas; edificaciones
de unos megalitos de construcción muy particular: talayots eran torres que flanqueaban el recinto amurallado; taulas tipo de mesa con función
incierta; y navetas recintos en
forma de nave invertida con finalidad funeraria
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