martes, 9 de enero de 2018

SOCIEDAD EN LA ESPAÑA DEL SIGLO XVI



La sociedad del siglo XVI se caracterizó por la preeminencia de la nobleza y el clero; y la persecución de cualquier disidencia religiosa o ideológica. Estuvo dominada por los grupos más conservadores (mayor valor ser hidalgo, aunque no tuviera fortuna).

La nobleza (5%), abarcaba desde los Títulos de Castilla y Grandes de España (élite que acumulaba inmensos patrimonios) hasta los caballeros e hidalgos con haciendas más modestas. Dentro de éstos estaban la nobleza de toga y espada, personas que accedían a la nobleza por sus méritos militares o por sus servicios a la administración. El señorío (posesión vinculada a una familia o institución eclesiástica) era la forma más extendida y sólida de preeminencia social.
En el clero (5 ó 10%) existían diferencias notables entre el alto clero (arzobispos, cardenales y abades), mantenían situaciones semejante a la nobleza; y el bajo clero (párrocos, capellanes, monjes, frailes) vivían de forma parecida a artesanos o campesinos.
Los no privilegiados (“los pecheros”) eran 80% de la población y estaba compuesto por la población campesina y urbana. Estaban sujetos al pago de tributos y a la justicia ordinaria. Existían notables diferencias de fortuna entre la cúspide representada por los propietarios agrarios acomodados, los grandes mercaderes y maestros de gremio; y en la base los pequeños campesinos, los jornaleros o los artesanos.
Por último existían grupos diferenciados por su procedencia étnica o religiosa: Los moriscos y los judíos conversos (“marranos”). Su origen fue causa de marginación o persecución. Muchos intentaban ocultar su origen ante el temor a represalias. La “limpieza de sangre” (demostración de que no se procedía de familia de judíos o moriscos, es decir, que se es “cristiano viejo”, sin mezcla con esas minorías) era indispensable para el prestigio social; la pertenencia a la nobleza; y el desempeño de cargos públicos.Mestizos

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